Mery, Blanca y Nerea, son tres futbolistas de la cantera del Oviedo Moderno a las que el destino les tenía reservada una lesión de gravedad y una recuperación para volver al fútbol.

María “Mery” y Nerea, son otras dos futbolistas que han tenido que superar obstáculos debido a las lesiones. A las ya mencionadas en el anterior artículo, es decir, Silvia “Zape”, Marlén y Peke, es momento de hablar de estas dos defensas y de la delantera.

Mery se lesionó a finales de abril del 2008, que fue el año que descendió el equipo.  Ella misma lo recuerda, “me lesione entrenando en el Cristo. En principio el diagnóstico fue esguince de rodilla. Volví a entrenarme posteriormente pero me fallaba la rodilla y me pase el verano con dolores.  Cuando volvimos en pretemporada, jugando un partidillo contra el B, se me fue la rodilla. Me hicieron una resonancia y ya vieron que tenía roto el ligamento cruzado anterior y una parte del menisco interno de mi rodilla derecha. Pues hasta octubre, exactamente el 30 de octubre del 2008, no me operaron. Estuve en rehabilitación seis meses,  como sucede con todos los cruzados. Sólo que a partir de los cinco meses ya te dejan correr, incluso unas semanas antes si todo va bien. Así que estrene individualmente el nuevo césped del Díaz Vega para recuperarme. Volví en la temporada 2009-2010 con Rafa Bernal ya en el banquillo. El primer partido, aunque fue amistoso, fue contra el Mareo en la playa, en Gijón. Lo recuerdo bien porque el miedo invadía mi cuerpo”. Un relato muy humano de una defensa de la cantera, consolidada como uno de los grandes valores del Oviedo Moderno que tiene claro que la recuperación fue dura y que le sirvió para superar un obstáculo enorme. Mery tiene claro que quiere ascender porque “debo ser de las pocas que vivió dos descensos y que dentro del campo aun no ascendí.  Así que tengo todas las ganas del mundo de volver a colocar a este club donde se merece. Y trabajaré para lograrlo”.

Por su parte Nerea tuvo una lesión casi en la misma época. “Me lesioné hace cuatro años cuando él A descendió de Superliga por primera vez. Estaba convocada con el primer equipo para jugar contra la Real, pero de aquella había que ayudar también al B, que estaba en liga nacional. Pablo García, nuestro entrenador, me reservó para jugar a continuación con mis compañeras del B, que encima tenían un derbi contra el Gijón FF. Mi lesión fue en una jugada contra la jugadora que ahora está en el Mareo, ex del Oviedo Moderno, Paloma. Yo le robe el balón y al girar....la rodilla me hizo “chass”,  que dolor pasé. Nada más caer al suelo sabía que había roto la rodilla. Me diagnosticaron pronto lo que tenía y me opere en febrero de esa misma temporada. Luego estuve sufriendo en la grada, viendo como descendía el A.  

Seis meses de rehabilitación, hasta que debuté en la segunda vuelta de la liga contra el Val do Ulla en Galicia”. Nerea, una de las clásicas de este equipo. Jugadora entregada  a la causa, polivalente donde las haya, tiene muy claro cuál es su deseo, “toco madera por si acaso para que no le pase a ninguna futbolista más. Realmente se pasa muy mal”. El próximo domingo, su equipo, el Oviedo Moderno buscará ante el Nuestra Señora de Belén, mantenerse firme en el liderato.

Blanca debutó de la mano de Rafa Bernal en el primer equipo del Oviedo Moderno CF en la primera temporada del técnico gijonés en el club ovetense. En la segundo jornada, marcó el gol del triunfo ante el Eibar en el Díaz Vega. Tenía quince años. Prometía grandes tardes de fútbol por sus cualidades como delantera. Hasta que las lesiones se cruzaron en  su camino, haciéndola pasar por un calvario que todavía le dura en el Llanera. La propia Blanca Figueroa nos lo cuenta.

“Me opere el 23 de diciembre del año pasado, fue el ligamento lateral externo, lo rompi entero y tuvieron que cogerme el tendón para poder unírmelo con el ligamento. Las sensaciones son de miedo, al no estar al 100%. Todo es por el miedo a recaer. Mi falta de confianza es porque siempre,  a la mínima que llevo un golpe o retuerzo ya recaigo, poca confianza en mí, y sobre todo al jugar con el tobillo derecho porque no me va, no se me quita la lesión de la cabeza. Y pienso que al estar así no podré estar nunca o esta temporada como siempre estuve y luchar todos los balones como hacía antes de operarme”.

Blanca padece el miedo a recaer, pero eso no le impide seguir adelante para intentar dar su mejor versión en el futuro.  Y eso que “con el tobillo ya también tengo miedo de no solo por el futbol, sino por miedo a que pueda quedar mal en mi vida cotidiana. En el Llanera la verdad que bastante bien, incluso mejor de lo que pensaba, no me falta confianza por parte ni de las jugadoras, ni de los entrenadores ni del presidente, ya que cuando se entero de que me lesione ya al principio de la temporada me dio disponibilidad del gimnasio cuando quisiera, hasta cuando no hubiera entrenamiento o que comentara si necesitaba alguna maquina en especial para fortalecer los tobillos”.

A buen seguro que Blanca se recuperará y será un valor importante tanto para el Llanera esta temporada como para el Oviedo Moderno en las próximas. El domingo ante el Ponferrada su equipo, el Llanera tiene una buena opción de intentar seguir sumando.