El filial del Real Oviedo y el Unión Club Ceares llegaban a esta jornada con una necesidad imperiosa de puntos. Y sin duda escenificaron un duelo de necesitados, de dos equipos con serias carencias para imponerse a un rival de su propia liga. La diferencia tenía que llegar en un detalle, en un destello de calidad puntual, que pondría un ilustre veterano: Luengo, superada la cuarentena, parece empeñado en demostrar que el que tuvo, retuvo, y suyo fue el sello del gol del Ceares.

El partido se desarrolló entre imprecisiones, con contadas ocasiones claras de peligro para ambas porterías. A los de Velázquez no se les puede negar la voluntad, y así en el minuto 10 podemos destacar una internada de Chamorro a pase de Jandrín que terminó en un tiro raso, cruzado, sin problemas para Edu. Y poco más de juego ya hasta pasada la media hora, ya que en el minuto 33 un buen pase de Tato terminó en las botas de Jandrín, pero su tiro al borde del área, en buena posición para el remate, salió fuera por poco. Seguiría intentándolo Jandrín, y a 5 minutos del descanso una nueva ocasión suya terminó en las manos de Edu en su salida. Con todo, la ocasión más clara de la primera parte vendría del lado de los de Angulo. Un incisivo Gonzalo se internó con habilidad entre los centrales carbayones, y cuando ya en el área pequeña se sentía el gol en la grada, salvó para el Vetusta Adrián in extremis. La parada de Adrián vino seguida por descanso decretado por el colegiado avilesino.

La segunda parte vino a dar continuidad al juego vulgar de la primera parte. La entrada de Jairo por Chamorro era una apuesta clara de Velázquez por el juego ofensivo, poniendo a Madeira y Jairo a fabricar el peligro, pero está visto que este Vetusta está absolutamente romo en ataque. Lo intentó Riki, todo pundonor, y en el minuto 53 una peligrosa internada suya a pase de Pablo Espina terminó en nada por querer apurar la jugada. El Ceares, por su parte, se limitaba a aguantar y neutralizar el juego del filial carbayón en el centro del campo, lanzando a sus estiletes en cuanto robaban un balón. Fue lo que pasó en el minuto 55: Una pérdida de balón de Peña motivó una jugada de ataque de los de Angulo, saliendo el tiro de Pelayo fuera por muy poco. Contestó el Vetusta en el minuto 62 con un pase en profundidad de Espina a Jairo. El "ex" del TSK Roces, muy presionado por Juan Carlos, logró disparar yendo el balón al poste.

Pero el Ceares tenia un as en la manga: el veterano Luengo demostró que se las sabe todas, y así en el minuto 70 de juego, un nuevo robo de balón en el centro del campo del Vetusta provocó una jugada rápida de ataque con participación y combinación de toda la delantera visitante. El balón llegó a Luengo, que ya en el área batió a Adrián de un tiro raso y cruzado. Quedaban 20 minutos, pero fue el final del partido dado el nulo potencial ofensivo de un pobre y preocupante filial oviedista. Con todo, Jairo lo intentó una y otra vez, y en el minuto 74 un balón que le llegó centrado de cabeza fue sacado bajo los palos por la zaga gijonesa cuando se cantaba el empate en la grada. Pero el Vetusta no es un equipo solvente, ni en jugadas ni a balón parado. Así, en el minuto 76 una falta al borde del área, y centrada, sería una buena ocasión de gol para un equipo que tuviese un lanzador medianamente hábil. Pero Yosu solo supo enviar el balón a las nubes. De ahí al final, intentos de los de Velázquez de romper el maleficio que pesa sobre El Requexón. Toyos y Riki se incorporaban desde atrás intentando llevar peligro, rematando el primero de cabeza a centro de Jandrín y poniendo el segundo un buen balón a Jairo para que éste rematase de cabeza, fuera. Omar puso el último suspiro carbayón en una internada paralelo a la línea de fondo a 4 minutos del final. Su pase a Jandrín  terminó en un choque entre el jugador azul y el portero Edu, que se saldó sin incidencias.

Y de ahí al final, nada. Tres puntos de oro puro para los de Angulo, que pueden respirar mientras el filial carbayón se hunde y entra en caída libre. O en el Real Oviedo reaccionan y dan al filial el cambio de rumbo que pide a gritos, o el Vetusta puede iniciar un camino que lleva a Regional Preferente. Pero el cambio que pide a gritos el Vetusta no parece que importe o que inquiete a quienes en el Real Oviedo tienen capacidad de cambiar el (des)orden de las cosas.

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