Se presentaba el Sporting en plena mejoría mientras que el Zaragoza necesitaba ganar para acabar con su mala dinámica.

La Mareona tomó una de sus plazas favoritas, La Romareda, y pronto se dejó sentir. 

El Sporting dispuso un once similar al de la anterior jornada con la entrada de Damián en lugar del lesionado Lora. El uruguayo firmó un buen partido, cortando con solvencia las arrancadas de Juan Carlos e incluso dejándose ver en ataque. El único pero fue la tarjeta en el minuto 38 que le condicionó el resto del encuentro.

Fue un encuentro marcado por la climatología, con vientos que incluso en el día de ayer llegaron a los 100 km/h en la capital aragonesa.

Con estas condiciones siempre es complicado enlazar pases y jugadas, razón por la cual los primeros veinte minutos de partido transcurrieron sin pena ni gloria, con los jugadores quitándose el balón de encima y sin un equipo erigiéndose en claro dominador.

Sin embargo, a medida que pasaban los minutos, el Real Zaragoza se fue adueñando del espacio y el Sporting esperaba atrás. La mayor ocasión la tuvo Luis García en una falta que se encontró con una mano colosal de Juan Pablo. 

En el minuto 28 Juan Carlos ejecuta una falta lateral con pierna izquierda, Botía introduce el balón en su portería en su intento de despeje con la cabeza. Mal empezaban las cosas para los asturianos. 

Pero el fútbol es impredecible, igual que Trejo y De las Cuevas. Fue este último el autor de una brillante jugada con una bicicleta de ensueño y un centro raso e inteligente para Barral, el de San Fernando realizó un gran disparo a la media vuelta para batir a Roberto. Empate dos minutos después del tanto aragonés. 

Hasta el descanso el partido siguió el mismo guión, con el Zaragoza aproximándose a las inmediaciones de Juan Pablo sin aparente peligro, y con un Sporting que pretendía dar el golpe a la contra.

En una jugada aislada Rivera asistió a la banda a André Castro, y el portugués centró para que, tras rebotar en Juárez, Barral marcara siendo el más listo de la clase anticipándose a Da Silva. 

Al descanso resultado de 1-2 para el Sporting con una efectividad del 100% en sus llegadas. 

La segunda mitad se inició con el Zaragoza empujando y el Sporting muy replegado. El conjunto de Preciado defendió con uñas y dientes el botín, pero al final no pudo repetir el guión de Mallorca. 

Juan Pablo comenzó a erigirse en héroe y sacó dos remates a Postiga y Barrera.

La afición maña comenzó a impacientarse y Juárez fue el objetivo de las críticas. La única llegada rojiblanca fue un disparo de Rivera desde lejos que se fue ligeramente alto con Roberto ya batido. 

Hasta el final el Zaragoza arrinconó al Sporting. El cansancio se notaba y el primer sustituido fue Trejo por Ayoze. Poco después Bilic sustituía a la figura del encuentro, David Barral, con molestias que arrastraba ya de anteriores entrenamientos.

Elogiable Barral siempre con su lucha y su olfato goleador, una lástima que no se llevara el balón del partido con un hat-trick. 

Los últimos minutos fueron de agobio, Botía lesionado dejó su puesto a Gregory. Los maños atacaban sin descanso y en uno de los múltiples balones al área llegó el gol: fallo en el despeje de Iván H. que aprovecha Postiga para batir a un desafortunado Juan Pablo, que en esta ocasión pudo hacer algo más pues Postiga apenas tenía ángulo de tiro. Un fallo en cadena que cuesta dos puntos en el descuento. 

Es siempre doloroso perder puntos al final, pero también es cierto que si el Zaragoza hubiera metido el gol diez minutos antes, quizás el Sporting se hubiera venido de vacío, ya que carecía de respuesta ante el empuje de los aragoneses. Empate justo entre dos equipos llamados a pelear hasta el final por mantener su nombre en la élite del fútbol español.

Por tanto, un punto fuera de casa que sabe a poco por la manera de terminar el partido, pero al fin y al cabo el equipo sigue sumando y se mantiene fuera de posiciones de descenso, con un calendario que invita al optimismo. 

De los “gallitos”, sólo resta jugar contra Real Madrid y Villareal (éste venido a menos últimamente). Esperemos que el equipo continúe su progresión y, tras el parón del próximo domingo, se consigan los tres puntos ante el Getafe de Míchel y Diego Castro.