El fútbol se ha convertido en un fenómeno social, económico y comercial. Los jugadores, entrenadores, técnicos, e incluso muchos dirigentes, son auténticos profesionales. ¿Como es posible entonces que los encuentros los dirijan simples aficionados, médicos, bomberos, maestros o funcionarios, que no pueden ni quieren consagrar una parte de su tiempo a este deporte?

Esto se decía hace 20 años " el arbitraje español atraviesa una grave crisis. No hay jornadas sin incidentes, goles protestados, fueras de juego discutibles, penaltis olvidados". Trasládenlo a este momento y comprobarán que todo sigue igual. Poco se ha hecho para que los árbitros evolucionen, y como los restantes miembros del fútbol siguen sin ayudarles con su actitud, especialmente los jugadores que continúan con sus tretas, engaños y protestas, lo normal es que, si no hay cambios, dentro de otros 20 años sigamos en idéntica línea.

Un arbitro de gran nivel debe tener muchas cualidades:

·       Perfecto conocimiento del reglamento

·       También de la casuística (esta es variadísima y en ocasiones imprevisible)

·       Buena condición física

·       Dominio de los movimientos tácticos del juego. tanto en el aspecto colectivo como el individual

·       Prontitud de percepción para ver la jugada, recorrido de balón y de los jugadores

·       Intuición para calibrar las intenciones de los jugadores en las acciones técnicas

·       Psicología para imponerse a los jugadores excitados por los incidentes del juego, sin provocar reacciones turbulentas

Hay personas que se oponen a este profesionalismo. Creen que ganarse la vida al margen del arbitraje garantiza la imparcialidad del juez, mientras vivir del fútbol supone indefectiblemente corrupción.

Como no hay base alguna en este criterio, basta responderles que ni corruptores ni corrompidos esperarían a la creación del profesionalismo para pecar de indignos.

En mi opinión diré que al optar al arbitraje un mayor número de pretendientes , eligiendo a los mejores conseguiremos jueces con un nivel igual o superior a los demás estamentos del fútbol. Como no serán máquinas, cometerán errores pero en numero muy inferior a los actuales. Como cualquier jugador que , por supuesto, no han convertido en goles todas sus ocasiones, pero su porcentaje de acierto es bastante mas elevado a medida que se han ido profesionalizando.

El debate esta abierto, desde este pequeño espacio he querido destacar la labor de un pieza fundamental de esto que nos apasiona y no olvidemos

SIN ARBITRO NO HAY FUTBOL