El Caudal se entrena en el Requexón
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Domingo 23 de Octubre de 2011 Herminio García-Riaño Fotos: Javier Merino El Requexón |
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El filial azul fue un sparring de entrenamiento para el equipo de Paco Fernández.
Los primeros minutos fueron de un juego rozando lo frenético, por el ritmo impuesto por el Caudal, dispuesto a ser el amo desde el pitido inicial. Y eso que los de Paco jugaron casi todo el partido a medio gas si comparamos este choque con otros como el de Avilés. Pero ya en el minuto 4 el Caudal se adelantaba en el marcador con un centro de Nacho López desde la derecha que remató Calvillo en el área casi a placer. Poco después, en el minuto 11, terminaba el partido (si es que lo hubo) con el gol de nacho López al rematar un balón que quedó suelto tras pegar en la barrera un saque de falta al borde del área. A partir de ahí, al Caudal le bastó y le sobró con tirar de oficio (que de eso les sobra), no dejando opción a un inoperante Vetusta, y jugando a placer para deleite de la parroquia mierense. Y más a placer aún cuando Davo se retiró lesionado en el minuto 18, siendo sustituido por Jaime. Para rematar la faena del primer tiempo, el primero de los goles de Juan Sánchez llegó en el minuto 41, al rematar con comodidad un saque de falta desde el lateral derecho del área ovetense. Y de ahí al descanso, solo dejar pasar el tiempo.
De ahí al final, poca historia. Se retiró lesionado otro carbayón, Pablo Espina, siendo sustituido por Jandrín, que no aportó nada en medio del naufragio de todo el equipo. En resumen, entrenamiento con puntos del Caudal, que ofreció a los aficionados que se dieron cita en El Requexón una pachanga ante un rival que no da la talla ni para este grupo tan flojo de tercera. |
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Un
equipo
que
juega en
tercera,
pero que
tiene
hechuras
de 2ªB,
decidió
cambiar
la
rutina
de los
entrenamientos
y buscar
otro
escenario.
Y
eligieron
el campo
nº 1
del
Requexón.
Los
hombres
de Paco
no se
despeinaron,
puede
que ni
siquiera
hayan
sudado,
o si lo
hicieron,
habrá
sido por
el calor
bochornoso
reinante.
Pero
para
bochorno,
el de un
Real
Oviedo
Vetusta
que
estaba
(presuntamente)
hecho
para ser
un
vivero
de
calidad
para el
primer
equipo,
y que
demuestra
ser un
equipo
con unas
enormes
carencias.
Blandos,
con poca
sangre,
impotentes,
los de
Velázquez
no
pudieron
con el
Caudal
en un
solo
minuto
del
juego.
Vale,
admitamos
que el
Caudal
Deportivo
es un
equipo
hecho
para
jugar en
2ªB y
que se
pasea en
un grupo
de
tercera
tradicionalmente
flojo,
como el
asturiano.
Pero de
ahí, a
entrenar
con
sparring,
que es
lo que
hicieron
los de
Mieres,
va un
mundo.
Sirva el
dato de
que el
colegiado
del
encuentro
podía
haberse
olvidado
las
tarjetas
en casa,
porque
no hubo
necesidad
de
enseñar
ninguna.
Y es que
mientras
el
Caudal
entrenaba,
el
Vetusta
se
limitaba
a correr
tras la
pelota y
a dejar
metros
libres a
los de
Paco,
para que
pensasen
y
trenzasen
el
juego.
Ni una
sola
entrada
merecedora
de
tarjeta
de los
del
filial
carbayón,
que si
jugasen
al
baloncesto
saldrían
de los
partidos
sin
apenas
faltas
personales.
La
segunda
parte no
ofreció
nada
distinto.
La misma
impotencia
de un
Vetusta
cuyos
delanteros
hoy no
existieron,
y que no
tiró
entre
los tres
palos ni
una sola
vez en
todo el
encuentro.
Si un
ojeador
hubiese
estado
hoy
viendo
las
evoluciones
del meta
mierense
Segura,
se
habría
marchado
con la
libreta
en
blanco.
Por
parte
del
Caudal,
las
ocasiones
fueron a
menos,
dedicándose
a dejar
pasar
los
minutos
"bailando"
a los de
Velázquez
de parte
a parte
del
campo.
Destacar
una
internada
de Nacho
López
por
banda
derecha
que
cabeceó
alto
Calvillo,
en el
minuto
13, y
poco
después,
en el 20
del
segundo
tiempo,
el
segundo
de Juan
Sánchez
y cuarto
del
Caudal,
aprovechando
un
rechace
en el
área del
portero
del
Vetusta,
Aitor.
Una vez
más, gol
cómodo,
sin
despeinarse,
y con
los
aficionados
mierenses
celebrando
cada
pase de
los
suyos
con "olés".